Nos dice Ramón de Andrés que hay tres maneras de música: una para entender el cielo; otra para comprenderse a uno mismo; otra para jalonar el oído que prestamos al mundo. Con estas piezas de Albéniz y Granados, de la mano de Luis López podemos recorrer las tres maneras.
El vals melodioso de Enrique Granados, en la tonalidad de la mayor, se interpreta después del preludio. Su estructura general deriva de la forma binaria reexpositiva, con repetición variada y escrita de los primeros 16 compases de la primera sección. Los Valses Poéticos de Granados tienen una inspiración goyesca, y una textura de influencias francesas de principios del siglo XX.
Luis López interpreta con rigor e inspiración estos 8 Valses Poéticos con una magistral sensibilidad y pulso decidido. Redondea los silencios con declarada intención y minuciosidad. Como si cada frase, cada silencio, cada instante sonoro fuera una eternidad que surge de la más lejana inspiración poética. La contención del pedal y la resonancia de los finales de cada frase son una buena muestra de la calidad y precisión interpretativa de Luis López.
Escuchar estos 8 Valses de la mano de Luis López nos trasporta a otros tiempos, a otras poéticas con toda su contemporaneidad, para situarnos en un nuevo territorio de sensibilidades que recrean, como si despertaran de un largo sueño, un nuevo universo de posibilidades estilísticas. Una nueva imaginación recreada.
A esto hemos de añadir tres piezas de Iberia, de Isaac Albéniz. Una evocación que parece unir dos sensibilidades gemelas y sin embargo muy diferentes. Estas nuevas impresiones, como las llama Albéniz, transponen una sensibilidad enraizada en el folclore, y tamizada por la lejana mirada parisina que las escuchó por primera vez. Rotunda y expresiva, esta interpretación de Luis López, recrea con todo su esplendor la frescura y apertura de estas piezas infrecuentes.
La Iberia, Cahier 2: Almería, cierra este ciclo de un modo brillante. La interpretación de cada nota, con su intencionalidad precisa, hace que el tiempo se detenga en un pianísimo que se adentra en la melodía lentamente, como si anticipara un lento final cargado de emoción. Una merecida interpretación cargada de intención y rigor.
Un diálogo Albéniz-Granados, que Luis López conduce con habilidad y que nos acerca de un modo cuidadoso, como una música de fondo, a veces, tan tenue, imperceptible, una lengua donde acaban las lenguas y, quizá por eso, nos hace libres.
Javier Marrero Acosta
Ramón de Andrés tells us that there are three ways of music: one to understand the heavens; another to understand oneself; another to mark the ear we lend to the world. With these pieces by Albéniz and Granados, guided by Luis López, we can explore these three ways.
The melodious waltz by Enrique Granados, in A major, is performed after the prelude. Its overall structure derives from the binary reexpository form, with varied and written repetition of the first 16 measures of the first section. Granados’ Valses Poéticos are inspired by Goya, with a texture influenced by early 20th-century French styles.
Luis López interprets these 8 Valses Poéticos with rigor and inspiration, showcasing masterful sensitivity and a decisive pulse. He rounds off the silences with clear intention and meticulousness, as if each phrase, each silence, each sonic moment were an eternity stemming from the furthest poetic inspiration. The restraint of the pedal and the resonance of the phrase endings exemplify the quality and interpretative precision of Luis López.
Listening to these 8 Valses performed by Luis López transports us to other times, to other poetics with all their contemporaneity, situating us in a new territory of sensibilities that recreate, as if awakening from a long dream, a new universe of stylistic possibilities. A newly recreated imagination.
In addition to this, we have three pieces from Iberia by Isaac Albéniz. An evocation that seems to unite two twin yet very different sensibilities. These new impressions, as Albéniz calls them, transpose a sensitivity rooted in folklore, filtered through the distant Parisian gaze that first heard them. Bold and expressive, Luis López’s interpretation recreates with all its splendor the freshness and openness of these rare pieces.
Iberia, Cahier 2: Almería, brilliantly concludes this cycle. Each note’s interpretation, with its precise intentionality, makes time stand still in a pianissimo that slowly delves into the melody, as if anticipating a slow, emotionally charged finale. A deserved interpretation loaded with intention and rigor.
An Albéniz-Granados dialogue skillfully led by Luis López, which brings us closer in a careful manner, like background music, sometimes so faint, imperceptible, a language where all languages end and, perhaps for that reason, makes us free.
Javier Marrero Acosta
Fernando Ortí Salvador
Productor Musical – Music Producer
1969. Puerto de la Cruz. España
De familia de músicos cursó los estudios de piano en el Conservatorio Superior de Música de Tenerife con el catedrático y concertista D. Jesús Angel Rodríguez Martín. Su trayectoria musical la ha desarrollado en muy distintos ámbitos, como intérprete, arreglista, orquestador, programador, productor y compositor. Centrado en estos últimos años en la composición para Cine y Televisión, su trabajo ha sido reconocido con los premios Iris de la Academia de la Televisión a la mejor música en 2012 y 2013, como compositor en exclusiva de la banda sonora de la serie «Cuéntame cómo pasó».
Coming from a family of musicians, he studied piano at the Conservatorio Superior de Música de Tenerife under the guidance of the professor and concert performer Mr. Jesús Angel Rodríguez Martín. His musical career has spanned various fields, including performer, arranger, orchestrator, programmer, producer, and composer. In recent years, he has focused on composing for film and television, and his work was recognized with the Iris Awards from the Academy of Television for Best Music in 2012 and 2013, as the exclusive composer for the soundtrack of the series «Cuéntame cómo pasó.»